FMI y el BM piden acción, ante preocupaciones por estancamiento económico
Ministros de finanzas de todo el mundo pidieron el sábado un compromiso para impulsar el desarrollo, durante la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial empañada por preocupaciones de estancamiento y algunas señales de discordancia.
Los líderes de las finanzas mundiales insistieron una y otra vez con el mensaje de que cada país debe asumir sus responsabilidades para el crecimiento, y buscaron mantener una mirada "positiva" ante las perspectivas, sin eludir alertas sobre los riesgos existentes.
Sin embargo, con el aumento del número de países en desarrollo que golpean las puertas de las dos instituciones en busca de apoyo para administrar la caída de los precios de las materias primas, no hay una respuesta clara a los llamados par organizar un plan internacional para enfrentar al fenómeno.
"El Fondo Monetario Internacional está alerta, pero no alarmado", dijo Agustín Carstens, director del Comité Financiero del FMI, durante una de las decenas de reuniones en Washington.
Los países integrantes del fondo coincidieron en la necesidad de adoptar rápidamente acciones "de apoyo mutuo" para impulsar el crecimiento global, añadió Carstens.
El FMI había comenzado la semana anunciando una revisión a la baja en las expectativas globales de crecimiento para este año, a 3,2%.
La entidad alertó que los flujos de refugiados, más la volatilidad en los mercados financieros, el aumento en la quiebra de empresas y la eventual salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, constituyen las más serias amenazas a la economía global.
Sin embargo, después de decenas de reuniones con países miembros, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, parecía más optimista al cierre de los trabajos.
Para Lagarde, la semana fue "un poco una terapia colectiva, para moverse desde la situación negativa que enfrentamos y de los desafíos en el horizonte, hacia un abordaje positivo para identificar soluciones".
Para Lagarde, "no se puede hacer ningún progreso a menos que tengamos una actitud positiva".
El compromiso de cada país a la estrategia del "tridente" adopta por el FMI para impulsar el crecimiento sigue siendo vago, y constituye otra señal de preocupación.
El Fondo formuló un llamado a los países que actúen con un tridente que incluye política monetaria, gasto fiscal y reformas estructurales como forma empujar la actividad económica.
No obstante, como varios bancos centrales ya llegaron al punto de tasas de interés ultra reducidas, no faltan voces que alertan que un eventual impacto adicional de las políticas monetarias será limitado.
Al mismo tiempo, muchos países no tienen los recursos financieros disponibles para aumentar sus gastos e impulsar el crecimiento.
A su vez, Estados Unidos, país que exhibe el más vigoroso crecimiento entre los países desarrollados y sufre ahora presiones para invertir en infraestructura, hizo saber a todos que considera haber hecho su parte.
"Estados Unidos no puede y no debe ser el único motor del crecimiento, ni el importador, ni el primer y último recurso para la economía global", dijo el secretario estadounidense del Tesoro, Jacob Lew, en una frase que resonó con un toque de discordia.
"Todas las economías deben aplicar todas herramientas de política económica", apuntó.
Alemania, otro de los países bajo presión para que disponga de sus recursos para impulsar crecimiento, avisó que la respuesta a la demanda es que otros reformen sus economías.
"Repetidas revisiones del crecimiento global a la baja en los últimos años muestran que hay factores estructurales que tienen influencia", expresó el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schauble, en un comunicado.
"La política monetaria no es un sustituto para una política fiscal sostenible ni reformas estructurales", señaló, para añadir que "las limitaciones y los efectos negativos de las políticas macroeconómicas expansionistas se tornan más visibles en la medida en que son aplicadas por mas tiempo".
Esto no ayuda a confortar a los países en situación de fragilidad. Como señaló Carstens, las economías emergentes están expuestas a condiciones financieras ajustadas, presión sobre sus monedas y sin mucho espacio fiscal o monetario para moverse.
El FMI ha anunciado posibles programas de rescate a varios países en semanas recientes: Angola, Túnez y Surinam son apenas los últimos de una lista que deberá contar con más pedidos en breve.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que esa entidad verificó un crecimiento en los pedidos de ayuda a niveles únicamente visto en tiempos de crisis financieras.
El dólar rebotó hoy tras las pérdidas que sufrió el martes y subió frente al euro, el yen y otras divisas internacionales.
Al término de la sesión de los mercados de divisas en Nueva York, un dólar se cambiaba a 0,8999 euros, frente a los 0,8909 euros de la jornada anterior, y por un euro se pagaban hoy 1,1150 dólares.
De la misma forma, la moneda estadounidense se recuperó parcialmente ante la japonesa, con un cambio de 101,24 yenes por dólar, frente a los 100,88 de ayer, aunque se mantuvo todavía por debajo del nivel con el que abrió la semana.
Además, el "billete verde" subió frente a la libra esterlina y el franco suizo, pero bajó con respecto al dólar canadiense y el peso mexicano.
Junto al efecto rebote tras la caída de la jornada previa, pudo ayudar hoy al dólar la publicación de unos datos positivos sobre el número de contrataciones en el sector privado de EE.UU. durante julio.
En todo caso, los inversores esperan con mucha mayor atención las cifras de empleo que se darán a conocer este viernes y que para muchos pueden dar pistas sobre los próximos movimientos de la Reserva Federal (Fed).
La semana pasada, el banco central estadounidense decidió mantener las tasas de interés en la horquilla del 0,25 % y 0,50 %, aunque dejó la puerta abierta a una subida en otoño. (Nueva York, EFE)
¿Por qué los ricos de América Latina pagan mucho menos impuestos que el resto?
La filtración de millones de documentos de la firma panameña Mossack Fonseca, los llamados Panamá Papers, ha puesto al descubierto las maniobras de ricos y poderosos de todo el mundo para ocultar su dinero y evadir impuestos.
Y en lo que a tributos se refiere, cifras de distintas organizaciones internacionales muestran que las contribuciones de las personas más acaudaladas suelen ser bajas en relación con el monto de su riqueza.
Algo particularmente marcado en América Latina, donde los números son contundentes.
En nuestra región el 10% más rico posee el 71% de la riqueza y tributa sólo el 5,4% de su renta, según un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En algunos países, los más acaudalados pagan entre el 1% y el 3% de su ingreso bruto, mientras que en otros el porcentaje trepa hasta el 10%.
Pero la tendencia es clara cuando se la compara con el mundo desarrollado. (Ver el gráfico de abajo sobre la proporción de impuestos a la renta que pagan los más ricos en distintos países).
En Estados Unidos, la contribución de los más acomodados es del 14,2%. Y en algunas naciones europeas excede el 20%.
Ricardo Martner, jefe de la Unidad de Asuntos Fiscales de la Cepal, le dice a BBC Mundo que este desequilibrio cobra particular importancia en medio de los problemas económicos regionales y globales.
"En la época del boom este tema podía tener menos urgencia. Ahora con la crisis, con la dificultad para endeudarse, con la dificultad para crear recursos, es un tema que requiere una solución mucho más clara", asegura Martner.
BBC Mundo analiza 3 razones por las que los ricos terminan pagando menos impuestos en América Latina y 2 consecuencias para el resto de la población.
RAZONES
1. Estructura impositiva regresiva
La recaudación impositiva que financia el gasto público se basa en impuestos directos (a la renta y a la propiedad) e indirectos (al consumo).
Los primeros favorecen la equidad bajo el principio de que el que más tiene más paga, mientras que el impuesto al consumo –también llamado al valor agregado o IVA– se basa en el principio exactamente opuesto: el rico y el pobre pagan el mismo impuesto añadido al precio de un producto, algo que los críticos consideran inequitativo o "regresivo".
Si bien la recaudación fiscal creció más del 42% en los últimos 25 años en América Latina y hoy se sitúa en un 21,7% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que es un récord histórico, la realidad es que sólo un tercio de esta carga impositiva se basa en impuestos a la renta.
La mayoría sale del regresivo impuesto al consumo.
"El aumento de la recaudación ha seguido este esquema. Hay mayor presión tributaria, pero la mayor parte viene de aumentos del IVA", dice Ricardo Martner, de la Cepal.
En los últimos años se han buscado reformas que fortalezcan el impuesto a la renta tanto en las corporaciones como en las personas, pero queda mucho por hacer".
2. Evasión fiscal
A esta deficiencia estructural del sistema impositivo se añade otro problema "crónico": la evasión fiscal.
Con un ejército de contadores y exclusivos estudios de abogados a su disposición, con una red financiera internacional de paraísos fiscales, las empresas y los millonarios son maestros en este rubro.
Los Panama Papers que tienen en jaque a más de un gobierno a nivel regional y mundial, son un claro ejemplo de este laberinto financiero-legal.
Según la Cepal, la evasión de impuestos sobre la renta personal, corporativa y del IVA le cuesta a América Latina y el Caribe más de US$320.000 millones al año, es decir 6,3% del PIB.
Un estudio de Global Financial Integrity, una organización con sede en Washington, EE.UU., halló el año pasado que tres países de América Latina se encuentran entre las 15 naciones con más flujos ilícitos del mundo: México, Brasil y Venezuela.
En estas transacciones irregulares participan no sólo los millonarios que buscan ocultar su fortuna para pagar menos al fisco, sino también multinacionales que, según Global Financial Integrity, son las principales causantes de estos flujos, por medio de la subfacturación de sus exportaciones (declaración contable fiscal menor que el pago real).
En este marco, Jorge Gaggero, miembro de Tax Justice, una red internacional para la justicia fiscal, distingue tres tipos de países a nivel regional.
"En naciones como México y Venezuela, los ricos no están gravados de modo relevante porque la recaudación proviene del petróleo, que termina siendo una fuente de evasión fiscal", le dice a BBC Mundo.
"En las naciones de América Central se puede decir que los ricos gobiernan para sí mismos, algo que se refleja en la estructura impositiva".
"Y Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Ecuador son los países que han avanzado más, pero que no han resuelto la inequidad impositiva y los altos niveles de evasión", completa Gaggero.
El especialista señala que la clave es la política.
En otras palabras, estos esquemas tributarios tienen una larga historia (el impuesto a la renta comienza en la región en los años 20, aunque existía en el mundo desde el siglo XIX), que se decide por la relación de fuerzas en las distintas sociedades.
"Hay países en los que los sectores del poder económico gobiernan, pero incluso en los que no ejercen directamente el poder tienen la capacidad de bloquear todo proceso de reformas progresivas de alguna relevancia", le dice Gaggero a BBC Mundo.
3. Exenciones impositivas
Uno de los mecanismos favoritos de estas élites político-económicas son las exenciones impositivas.
Los especialistas hablan de la tasa efectiva impositiva para distinguir entre la tasa teórica (la que deberían pagar ingresos de determinado valor) y la real (la contribución efectiva una vez que el ejército contable-legal ha exprimido al máximo todo el sistema de exenciones, deducciones impositivas y evasión fiscal).
Según la Cepal, de los 16 países que tomó en cuenta en su último estudio sobre la situación fiscal regional, sólo tres (Argentina, México y Uruguay) tienen tasas efectivas que exceden el 8% para el decil más alto y únicamente México alcanza el 10%.
Estos porcentajes están muy por debajo del mundo desarrollado, en el que la tasa efectiva se encuentra entre el 14% y el 20%.
Las exenciones tanto para las corporaciones como para los más ricos se han justificado durante mucho tiempo como un estímulo a la inversión, que al final supuestamente beneficia al resto de la sociedad.
"La realidad es que los incentivos tributarios no son razón suficiente para crear un clima de inversión. Este depende de otros factores que tienen que ver con la inversión en bienes públicos esenciales, la cual requiere mayor recaudación para el gasto", le dice a BBC Mundo Ricardo Martner, de la Cepal.
CONSECUENCIAS
1. Creciente déficit fiscal
En época de vacas flacas, el déficit fiscal promedio está al alza en América Latina: el año pasado fue del 3%.
Los ricos no son los únicos responsables de este panorama.
Los alarmantes niveles de informalidad laboral regional y la caída del precio de las materias primas también han impactado en la recaudación.
La realidad es que todos contribuyen al desfinanciamiento de un Estado queinvierte mucho menos en salud, educación y programas sociales que los de los países desarrollados.
El gasto social, que pasó de US$801 per cápita a principios de la década de 1990 a US$1.841 en 2013-2014, ha retrocedido o ha quedado en una meseta, y esconde fuertes diferencias en distintos países.
En Bolivia, Guatemala, Honduras y Nicaragua no supera los US$300 por persona, mientras que en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguaybordea o supera los US$2.000 por cabeza.
"El déficit fiscal está generando una restricción del gasto y reducción de subsidios a los que menos tienen", advierte Ricardo Martner, de la Cepal.
Uno de los ejemplos más drásticos de esta disminución de subsidios se ha visto en Argentina, con el nuevo gobierno de Mauricio Macri. El mandatario ha recortado el gasto público y a la vez ha aumentado varias veces el costo de la electricidad, el transporte y otros servicios básicos.
Según el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, 1,4 millones de personas cayeron en la pobreza a raíz del ajuste del gasto fiscal(y la devaluación) llevadas adelante por Macri desde el 10 de diciembre, fecha en la que asumió la presidencia.
Pero Argentina no está sola en esta búsqueda de reequilibrar las cuentas con eliminación de subsidios.
Brasil (electricidad y gasolina), Ecuador, Venezuela y México (gasolina) son otros casos en la región.
2. Desigualdad
En la Unión Europea el llamado Coeficiente Gini, que mide la desigualdad, ha visto una disminución del 11,6% gracias al impuesto sobre la renta.
En comparación, América Latina sólo ha reducido la inequidad en un 2,1% a través de la recaudación de este tributo.
Con las vacas gordas de principios de siglo, la Cepal registró una importante caída del Gini que pasó del 0,507 al 0,491, con variaciones significativas en nueve de los 16 países medidos, en especial Uruguay (reducción del 2,7% anual), Argentina(-2,3%) y Ecuador (-2,2%).
Sin embargo, un estudio específico sobre Argentina titulado "Fuga de Capitales III (2002-2012)" halló que la evasión fiscal era de tal magnitud que el coeficiente se disparaba de 0,42 a 0,49 puntos una vez que se contabilizaban los fondos fugados a paraísos fiscales.
Juan Velardi, exasesor de Mercedes Marcó del Pont, directora del Banco Central de Argentina entre 2010 y 2013, le advierte a BBC Mundo que la desigualdad también alcanza a un perjudicado menos visible del desfinanciamiento fiscal: la clase media.
"Los pobres están corridos de los canales formales de comercialización y entonces lo que pagan de impuestos por su consumo es muy discutible", dice.
"La clase media es fundamental en el sector asalariado, es decir, aquellos a los que se les descuenta el impuesto directamente del sueldo y que son los más fuertes y seguros contribuyentes del sistema impositivo".
"Ellos sienten plenamente en los servicios públicos y el consumo estos aumentos impositivos con que se intenta cubrir el desfinanciamiento estatal", concluye Valerdi.